Supuestas estrategias dilatorias han entorpecido el proceso contra el empresario Enrique Vives Caballero, acusado de atropellar en las calles de Santa Marta a un grupo de siete jóvenes y causar la muerte a seis de ellos.
Aunque en la audiencia de ayer la juez que lleva el caso dio la orden de mantener al hombre en la clínica Perfect Body, a donde fue llevado tras el accidente que provocó, se conoció que éste fue trasladado a una clínica de salud mental la noche del miércoles.
Los argumentos para ese traslado los dio su abogado, Alex Fernández, quien argumentó en medio de la audiencia de ayer que el empresario debía ser trasladado a un centro especializado en salud mental para garantizar que su estado psiquiátrico esté apto para ser procesado judicialmente o, en caso contrario, ser atendido a través de especialistas. Sin embargo, esta solicitud fue negada por la jueza quien ordenó que el señalado permanezca en el centro médico y que allí se confirme su estado físico y mental, luego de que durante la audiencia de imputación de cargos el hombre se presentara sedado desde el centro médico.
Esta acción ha generado mayor indignación entre los familias de las víctimas y la comunidad en general, teniendo en cuenta que muchos aseguran que sólo busca evadir la justicia.